Lacao (Isla de).–Islilla del departamento de Ancud enclavada en la costa sur del estrecho de Chacao, separándola de la isla de Chiloé un canalizo llamado de Caulín. Langford (Ensenada de).–Espaciosa entrada que hace la costa de la isla de Santa Inés del lado del Pacífico y opuesta á la que baña el estrecho de Magallanes; abriéndose por los 53° 50′ Lat. y 73° 20′ Lon. De aquí prosigue al O., engrosándose con los riachuelos de Quilañanco y Curihuillin, y con varios arroyos que continúa recibiendo de las alturas selvosas, cercanas á una y otra de sus bandas, camiseta del barcelona y va á descargar en el Pacífico bajo los 37º 36′ Lat. y 73° 41′ Lon. Limávida.–Fundo del departamento de Petorca situado en la ribera izquierda del río Chuapa al lado oriental del fundo de las Cañas y al O. de Tambo ó Santo Tomás de Chuapa. Lobos (Piedras de).–Dos peñascos ó tormos eminentes situados en el ángulo sudoeste de la boca del río Maule. Lipangue.–Fundo del departamento de Santiago situado en la inmediación al fundo de Pudauil. Nace por la inmediación al NE. Se salvó «sin que el proceso afectara su buen nombre ni su honor». Allí está su bondad, su honor y su honradez.
Y hago esta brusca proposición porque he observado que en los barrios de nuestra ciudad las que desempeñan tal tarea profética no son personas de extraordinaria cultura ni vida interior semejante a la del Buda o de Cristo, sino viejas de nariz ganchuda, ancianas temibles por lo chismosas, de sonrisa me¬liflua, que a cada mudanza que se efectúa en el barrio, se asoman envueltas en una pañoleta, a la puerta de calle y con una sonrisa burlona, aguzando co¬mo destornilladores sus ojillos grises, controlan todos los trastos que los fa¬quines bajan de los carros. Al día siguiente, la de la ganchuda nariz y lengua de lezna, observa a sus nuevos vecinos con sonrisa afectuosa. Contiene 857 habitantes, una mediana iglesia, dos escuelas gratuitas y oficinas de registro civil, de correo, &c. Su asiento se divide en calles anchas y rectas con un plaza adornada de árboles, y contiene 1,230 habitantes, una iglesia, dos escuelas gratuitas, oficinas de registro civil y de correo, &c.; y en su contorno terrenos fértiles cultivados. Cuenta con una población de 32,000 habitantes. No soy de tu opinion Arturo amigo, contestó el otro; creo conocer el carácter de Camila, y este conocimiento me dice que es incapaz de darme una broma semejante, máxime, cuando habiamos convenido con su tia, que, de aquí las acompañaria al teatro.
Allí don¬de otro pobre diablo se habría hundido para siempre en la cárcel, en el deshonor y la ignominia, el ciudadano Corcho encontró la triquiñuela de la ley, la escapatoria del código, la falta de un procedimiento que anulaba todo lo actuado, la prescripción por negligencia de los curiales, de las aves negras, www.supervigo.com de los oficiales de justicia y de toda la corte de cuervos lus¬trosos y temibles. En estos líos, espantosos de turbios y de incomprensibles, es donde el ciudadano Corcho flota en las aguas de la tempestad con la serenidad de un tiburón. Lajuelas (Cerro de las).–Pequeña altura en la corrida de cerros que de norte á sur separa los departamentos de Curepto y Talca. Lo que ocurrió es que flotó, flotó como el maldito corcho. ¬plicaremos más adelante. Para ellos la cara de un individuo es como un libro abierto, con letras grandes y con figuritas explicativas.
El farmacéutico no sólo tenía la ocupación de vender el agua de su pozo -que, siempre que fuera profundo, lo enriquecía- sino que ade¬más, como era el personaje más respetable del barrio, «el más sabio», era también el que recibía las confidencias de todas las personas. A la una o las dos de la madrugada, cuando se han aburrido de ju¬gar, cuando algunos se han ido y otros acaban de llegar, se hace en torno de cualquier mesa un círculo adusto, aburrido, canalla. Muerte. Usted va a mirar esa taba que tiene tal reverso, y de una patada la va a tirar lejos de usted. El far¬macéutico comprendía que, recetando por su cuenta, se metía en camisa de once varas, y entonces, le decía a la señora: -Vea, yo podría despacharle a usted una receta; podría, pero no quie¬ro hacerle gastar. Si es en un asunto criminal, se libra con la condicional; si en un asunto civil, no paga ni el sellado; si en un asunto particular, entonces, ¡ Pues, a pararse, que si allí hay un sujeto con derecho a sanguijuela, es él y nadie más.