Finalmente, una versión con gran resonancia histórica es la leyenda popular que los colores son simbólicos del origen fenicio-cartaginés de la ciudad de Barcelona, fundada en 230 a. Pero decidieron cambiar. Había una leyenda que apuntaba a que ambos colores se mezclaron debido a un lavado y que de ahí surgió el rosa, pero está bastante desacreditada, no sólo porque no saldría rosa de la mezcla (saldría morado), sino porque esta historia se atribuye a muchos otros equipos.